viernes, 17 de octubre de 2014

El hombre buscado por toda mujer


Cómo es el hombre ideal de las mujeres? ¿Cómo es el hombre que toda mujer busca?

En una breve conversación un hombre le pregunta a una mujer: “¿Qué tipo de hombre estás buscando?”
Ella se quedó un momento callada antes de verlo a los ojos y le preguntó: “¿En verdad quieres saber?”
Él respondió: “Sí”
Ella empezó a decir… “Siendo mujer en esta época, estoy en una posición de pedirle a un hombre lo que yo sola no puedo hacer por mí. Yo pago todas mis facturas. Yo me encargo de mi casa sin la ayuda de un hombre. Yo estoy en la posición de preguntar
¿Qué es lo que tú puedes aportar en mi vida?”
El hombre se quedó mirándola.
Él claramente pensó que ella se estaba refiriendo al dinero.


Ella, sabiendo lo que él estaba pensando dijo:
“No me estoy refiriendo al dinero. Yo necesito algo más.
Yo necesito un hombre que luche por la excelencia en todos los aspectos de la vida.”
El hombre cruzó los brazos,
se recargó en la silla y le pidió que le explicara.



Ella le dijo:
“Yo quiero a alguien que luche por la excelencia espiritual, porque yo necesito a alguien con quien compartir mi fe en Dios. Yo quiero a alguien que luche por la excelencia mental, porque yo necesito a alguien con quien conversar y que me estimule mentalmente. Yo no necesito a alguien mentalmente simple. Yo no quiero a un hombre que luche por la excelencia financiera porque yo no necesito un cargo financiero. Yo quiero a alguien suficientemente sensible para que me comprenda por lo que yo paso en la vida como mujer, pero suficientemente fuerte para darme ánimos y no dejarme decaer. Yo quiero a alguien al cual yo pueda respetar. Para poder ser sumisa, yo debo respetarlo. Yo no puedo ser sumisa con un hombre que no pueda arreglar él mismo sus problemas. Yo no tengo ningún problema con el ser sumisa. Simplemente él tiene que merecérselo… ¡Dios hizo a la mujer para ayudar al hombre! Yo no puedo ayudar a un hombre que no se puede ayudarse a sí mismo.”

Cuando ella terminó ella le vio a los ojos y él se veía muy confundido y con interrogantes.

Él le dijo:
“Estás pidiendo mucho.”

Ella le contestó:
“Sí, es que yo valgo mucho.”





Cuando Dios te hizo mujer, ¡sólo pensó en admirarte!

Cuando Dios te hizo mujer,
pensaba que el Universo,
no se llenaría de estrellas,
ni la tierra de veneros,
ni los arroyos y ríos
recorrerían los senderos,
ondulados de las sierras
en torrentes de misterio.

..

Cuando Dios te hizo mujer,
pensó que serías el verso,
que escribirían los poetas
en la nostalgia de un sueño;
recibiendo la dulzura
de los arrullos y besos,
llenos de gozo y ventura
y fragancia de tu aliento.

Reflexión para invitarnos a vivir y ser felices.

Cuando Dios te hizo mujer,
pensó que sólo tu cuerpo
sería poesía en el aire,
y sensación de deseo
que los hombres al mirarte;
añoran con sentimiento
en una noche de ensueño,
los besos que puedas darle.